6 consejos para gestionar un plan de outplacement
- mayo 19, 2020
Llegas a la oficina y sabes que justo ese día finaliza la etapa de un empleado para dar comienzo a un nuevo reto profesional en su vida. ¿Cómo afrontas la situación para comunicarle la noticia? ¿Cuentas con estrategias para gestionarlo de la mejor forma posible? Finalizar una etapa profesional para comenzar una nueva puede no resultar fácil y es por ello por lo que contar con un plan de outplacement, que facilita al empleado encontrar un nuevo puesto de trabajo, puede aligerar esta situación. Además, se trata del último paso para completar una experiencia excelente de la persona en nuestra empresa. ¿Preparad@ para conocer todas sus ventajas?
¿Cómo desarrollar un plan de outplacement en tu empresa?
Cuando hablamos de outplacement nos referimos al proceso de acompañamiento de un empleado para facilitarle todas las herramientas necesarias para la búsqueda de un nuevo puesto de trabajo. Hasta el momento pocas compañías cuentan con este tipo de planes, pero lo cierto es que disponer de un procedimiento que minimice el impacto de la desvinculación y ayude a la persona en la transición a un nuevo proyecto lo hace todo más fácil, especialmente, en estos momentos en los que la experiencia del empleado es más importante que nunca.
Una vez se le ofrece el programa, ¿cómo se afronta el acompañamiento? ¿cuáles son las claves para gestionar el proceso de cambio y cómo ayudarle a encontrar un nuevo empleo?
- Contar con un plan de acciones para identificar el talento de cada persona, sus puntos fuertes y aquello que debe mejorar es algo fundamental para encontrar el empleo ideal, en el que la persona es capaz de dar lo mejor de sí misma. Si somos capaces de identificar sus habilidades, nos será mucho más fácil encontrar el trabajo en el que encaje al 100%.
- ¿Y cómo identificamos el talento de cada empleado? El primer paso es conocerlo a la perfección: habilidades, gustos, preferencias y aquello que realmente le motiva. Si identificamos qué es lo que hace único a cada trabajador, nos será mucho más fácil que encuentre su objetivo.
- La motivación es uno de los aspectos que hay que trabajar más a fondo en un proceso de outplacement. Pero siempre después de lo que llamamos “duelo emocional”, es decir, a partir del momento en el que la persona finaliza una etapa. Una vez asumido este punto de partida, es el momento de generar un nuevo reto y… ¿por dónde empezamos? Trabajando la motivación de cada persona.
- Pero ¿cómo se genera ilusión por la búsqueda de un nuevo proyecto? Establecer un plan de futuro es una oportunidad para crecer y desarrollarse profesionalmente, por eso es importante hacer hincapié en que la situación que está viviendo en ese momento es solo la etapa que conocemos como “Between Jobs”. Es decir, debemos transmitir la idea de que la persona se encuentra en búsqueda activa de trabajo, algo habitual en el periodo que existe entre un empleo y otro. De esta forma evitaremos crear la inseguridad que puede sentirse cuando se está en el paro y que puede generar la idea equivocada de “no valer”.
- Cuando el candidato afronta una oportunidad de entrevista, ¿cómo podemos ayudarle a prepararla? Lo fundamental es aprender a ponerse en valor y eso no es sinónimo de “saber venderse”. Es decir, hay que acompañar a la persona para que sea consciente de sus habilidades y virtudes y que sepa transmitirlas durante una entrevista de trabajo, pero sin caer en la vanidad. El candidato tiene que estar preparado con información relevante de la empresa que le entrevistará y ver qué les puede aportar. Un candidato que inspire confianza y motivación siempre destacará en el proceso.
- Por último, la clave principal para que el plan de outplacement sea un éxito es el acompañamiento de expertos que cuentan con un gran conocimiento del mercado laboral y que facilitan a la persona sacar su mejor versión y conocerse mejor. ¿Y cuál es el papel del empleado durante este tiempo? Solo debe dejarse guiar durante todo el proceso de acompañamiento.
Pero ¿qué resultados suele obtener un plan de outplacement? Según un estudio realizado por Talent Savior, que ofrece este tipo de servicio a las empresas, un programa de outplacement reduce en un 46% el tiempo para encontrar empleo si lo comparamos con la media nacional.
Iniciar una nueva etapa profesional con el apoyo de la empresa y disponer de un plan personalizado para encontrar un nuevo trabajo no es algo habitual y los trabajadores saben valorarlo. No solo es una ventaja para el empleado, que cuenta con más opciones laborales, sino que a la empresa le ayuda a crear una buena imagen y que las personas lleguen a convertirse en embajadores de la marca. ¿Quién no explicaría a su entorno más cercano que, a pesar de haber finalizado una etapa profesional, la empresa en la que trabaja le está ayudando a encontrar un nuevo empleo? Los trabajadores son los mejores embajadores de marca y hay que acompañarlos en todos los puntos de contacto, incluso al final de la relación laboral, y es que ese es, precisamente, el último paso del employee experience.
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