¿Cómo afrontar el relevo?
- febrero 27, 2020
Dejar cualquier trabajo, sea por el motivo que sea, siempre supone un cambio profundo en nuestra vida y puede provocarnos miedo e inseguridad. En el caso de los directivos ocurre exactamente igual. ¿Hay vida más allá del relevo? ¿Cómo podemos traspasar nuestras funciones con una visión de futuro más clara?
Nunca es fácil dejar un empleo en el que llevas trabajando mucho tiempo, pero ciertos motivos como la jubilación o un cambio de rumbo de la empresa, pueden llevar a que un directivo tenga que dejar su trabajo y lidiar con las consecuencias que pueda traer a su vida personal y profesional. Por ese motivo es necesaria la intervención de Recursos Humanos para que el proceso se lleve a cabo de la forma más sencilla y efectiva posible.
Una de las reacciones más comunes es el miedo: ¿qué vas a hacer a partir de ahora? El miedo al cambio es precisamente lo que provoca el apego exagerado de algunas personas a determinados puestos, a pesar de haber agotado su ciclo natural dentro de la empresa. Si hablamos de empresas familiares, esta situación es todavía más evidente, ya que este miedo al relevo generacional lleva al fundador o fundadores del negocio a retrasar su traslado, provocando una serie de dificultades que afectarán a la siguiente generación.
¿Y si el miedo es a delegar? La falta de delegación provoca el autoengaño, pues el directivo considera que el nuevo responsable todavía no está preparado y que su ciclo de la empresa aún no ha terminado, impidiendo al negocio y a todos sus integrantes beneficiarse de las ventajas que podría ofrecer este cambio.
Cómo afrontar el relevo
¿Cuáles son las principales estrategias para afrontar el relevo?
- Hacerlo gradualmente es una buena opción, ya que la persona que se marcha puede seguir aportando valor y dando soporte a los que le han relevado en la gestión del día a día del negocio. Esta cohabitación es muy positiva, porque permite realizar el traspaso poco a poco, hasta que llegue el momento de marcharse.
- Por otro lado, es conveniente contar con apoyo externo que ayude a preparar la sucesión y, si se planifica bien, tanto el relevado como el nuevo responsable se beneficiarán de la experiencia. El directivo debe tratar la situación con generosidad, acompañando, aconsejando y formando al nuevo responsable. Eso ayudará a la transición a nivel emocional porque demostrará al directivo que todavía puede aportar valor, formando a los nuevos aspirantes y compartiendo su experiencia.
- Nunca está de más agradecer los años de servicio y organizar un pequeño homenaje al directivo que se marcha, esto ayudará a que esta transición a su nueva vida sea más agradable y pueda recordar con cariño el tiempo que pasó trabajando en la empresa.
Y tú ¿cómo afrontas el cambio y el relevo generacional?
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