Carlota Pi es coFounder and Executive President en Holaluz, compañía eléctrica que vende electricidad 100% de origen renovable y que nació hace 10 años. La empresa nació como una startup y a día de hoy da servicio a más de 297.000 clientes en toda España.

¿Cómo estáis liderando la transformación de la sociedad para hacerla más humana y socialmente sostenible?

Cuando fundamos la compañía lo hicimos con el propósito genuino de construir un mundo mejor. Esto lo aprendimos del profesor Segarra en el IESE. Él decía que una empresa debe (ni siquiera puede) convertirse en una herramienta para cambiar el mundo. Para nosotros eso fue una revelación, porque hasta entonces, pensábamos que esta labor estaba destinada a los gobiernos o a las ONG.

Esto nos abrió los ojos y decidimos fundar Holaluz con el propósito de conseguir un mundo 100% renovable y de construir un modelo de compañía, donde todas las personas que formamos parte podamos llegar a la mejor versión de nosotros mismos. Y esto lo hacemos con una visión que conecta personas a la energía verde, fundamentado en nuestro equipo y cultura corporativa. Y además vamos dando cada vez más pasos para dar credibilidad a este propósito. Un ejemplo es la certificación B Corp que recibimos hace dos años. Fuimos la primera eléctrica europea en obtener este sello que solo certifica a una compañía por categoría y país. También somos socios fundadores del movimiento de capitalismo consciente en España, porque nuestro plan de negocio nos permite llegar a una rentabilidad y entregar valor a nuestros clientes, nuestro equipo, accionistas, proveedores y colaboradores. Nuestro propósito final es conseguir que todos estemos un poco mejor.

Por lo tanto, nuestras relaciones contractuales se construyen desde una base de poner a las personas primero, que es uno de nuestros cinco valores. Hace unos meses la agencia Sustainalytics nos situó en el número 1 del ranking mundial en la categoría de compañías eléctricas y esto nos da más credibilidad, más transparencia y más cuantificación a todas las acciones que hacemos para crear un mundo 100% renovable donde las personas nos podamos desarrollar.

¿Sigue siendo viable esta visión más trascendental cuando se crece tanto como compañía?

Claro que sí. Se trata de una decisión. De hecho, nosotros pensamos que no solamente es posible, sino que se genera muchísimo más valor desde la ejecución salvaje de estos valores, que nos hacen llegar más lejos.

¿#Havefun como valor? ¿Una utopía en un negocio?

Es una realidad y se trata de uno de los valores que vivimos con más intensidad y el que se queda más en el tiempo. Siempre que te marcas objetivos grandes y que tienen un propósito trascendente, es absolutamente imprescindible pasarlo bien en el camino. Es como un aprendizaje y pasarlo bien significa disfrutar y también implica esforzarse e incluso sufrir. Es como el deporte, cuando estás ahí, no puedes más, tu cuerpo y tu mente sufren, pero después tienes una gran recompensa al alcanzar el final.

Acabamos de cumplir diez años y todo el mundo apela a este valor para destacar lo bien que lo pasamos siempre, a pesar de las dificultades, que muchas veces se convierten en afán de superación.

Trabajáis un modelo de negocio donde cada persona se puede desarrollar holísticamente. ¿Cómo se consigue esto?

Sobre todo, dando flexibilidad absoluta. Es decir, no contamos los días de vacaciones y no miramos a qué hora entra la gente o a la que se va. Ahora es un poco más fácil explicar esto por el teletrabajo, pero hasta hace un año la gente nos decía que estábamos locos, que esto solamente lo podíamos hacer nosotros.

Seleccionamos personas adultas y responsables que quieran hacer ejercicio de su libertad. Nos preocupamos mucho de contratar gente que nos diga lo que tenemos que hacer y no gente que haga lo que les decimos y les damos espacio para que este crecimiento sea posible. La herramienta número uno es esta total y absoluta flexibilidad. También hacemos una gestión por objetivos, que no vienen impuestos y se trabajan conjuntamente. Y una vez sabemos hacia dónde vamos a apuntar la proa, buscar el cómo y ejecutar nuestro valor “es posible” es potestad de cada persona.

¿Alguno de estos objetivos está vinculado a vuestros valores?

Los valores no están encima de la mesa. Concretamos objetivos medibles que nos permiten ejecutar el plan de negocio. Pero los valores son indiscutibles y cualquier ejecución debe estar alineada con ellos.

¿Cómo se consigue decir y actuar en coherencia a vuestros valores de empresa tanto interna como externamente?

Pues es muy fácil, solamente hay que tener como prioridad ejecutar estos valores. Las personas lo son todo. Hay muchísimas herramientas para mantener el contacto y da igual que sea un equipo de 200 o de 200 mil. Nosotros, por ejemplo, cada mes tenemos un evento All Hands con toda la compañía, donde compartimos los resultados, la posición de caja, cómo estamos a nivel de financiación, objetivos, qué challenges tenemos activos, oportunidades… Es una sesión abierta donde contestamos todas las dudas e inquietudes de cualquier persona del equipo.

También tenemos canales de comunicación interna, donde compartimos ejemplos de cómo hemos vivido unos valores concretos. Es algo que está vivo y, por lo tanto, te vas nutriendo de esta cultura. También realizamos team buildings, ahora virtuales, pero llegará un día que podremos combinarlos con actividades presenciales. Contamos, además, con un equipo de cultura, formado por casi 30 personas escogidas en función de la capacidad que tienen de representar esta cultura y cuyo objetivo es, además de su trabajo, poder esparcir estos valores hasta el último rincón. Y, sobre todo, liderar desde el ejemplo en ejecutar estos valores de manera salvaje y pedir perdón cuando nos hemos equivocado. Sin ninguna duda, esto es absolutamente independiente del tamaño de compañía. Solamente va en función de la intencionalidad y de las ganas que haya en la empresa, especialmente en el equipo de liderazgo.

¿Cuál de vuestros valores consideras más importante?

Todos son importantes y en función del momento que vivimos uno cobra más relevancia que otro. Forman parte de un todo y no vale pensar que unos sí y otros no.

Una pregunta que no te han hecho nunca sobre personas y que te encantaría que te hicieran o te gustaría responder.

Pues me gustaría destacar algo que algunas veces me preguntan sobre todo en entrevistas a candidatos: ¿cuál es el plan de carrera de Holaluz? Y siempre contesto que en Holaluz no hay plan de carrera porque no hay límite. Puedes hacer lo que tú quieras y esto es algo literal. Hacer lo que tú quieres es una responsabilidad muy grande porque pasará lo que tú quieras. Las personas de Holaluz llegamos donde queremos.

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