Álvaro Trigo, asesor financiero en Kiron Partner y muy aficionado al deporte, sufrió un grave accidente al encender la chimenea de la casa de su abuela en Andújar cuando tenía 23 años. Estuvo en coma durante 10 días y 4 meses en el hospital de Sevilla, sin poder moverse, pero tan solo 9 meses más tarde, y después de su recuperación, corrió la maratón de Sevilla con su padre. Desde entonces Álvaro ayuda a personas que han padecido una situación similar y es un ejemplo de superación.

El deporte siempre ha sido tu gran afición. ¿Qué supone para ti y cómo te ayudó a afrontar tu situación después del accidente?

Ha sido la motivación que yo necesitaba para no hundirme y salir adelante. Después del accidente siempre estaba en la cama, y el hecho de ir al gimnasio con mi madre era la única ilusión que tenía para levantarme todos los días.

Tú querías ser bombero y tuviste un accidente con el fuego. Hoy has tenido un reconocimiento por parte de los bomberos. ¿Cómo se vive este momento?

Fue muy emocionante, además no me lo esperaba. La APICI (Asociación de Profesionales de Ingeniería de Protección Contra Incendios) me dio una placa con mi nombre como reconocimiento al mérito, y formar parte de eso era lo que yo había querido desde muy pequeño. Al final lo que la vida me ha quitado por un lado, me lo ha devuelto por el otro.

¿Cuál es la clave para superar un momento tan difícil como el que viviste? ¿De dónde se sacan las fuerzas en esos momentos?

Una de las claves es rodearse de gente que te haga ver que todo es posible. Yo lo conseguí porque ni el personal del hospital ni mi familia me dijeron en ningún momento que no podría hacerlo, aunque a posteriori me confesaron que no estaba en los planes de nadie que lo consiguiera.

¿Se puede trabajar la resiliencia, la capacidad para adaptarse y superar circunstancias difíciles, y aprender estrategias para afrontar cualquier situación? ¿Existe algún mecanismo?

El único consejo es pensar que tú vas a tener siempre la llave para decidir sobre tu destino y tu futuro. Está claro que cuando te pasan ciertas desgracias parece que eso va a decidir tu vida, pero eres tú con tu actitud el que puede cambiar el rumbo o no.

Supongo que esto es como una montaña rusa, hay momentos en los que estás muy arriba y otros muy abajo. ¿Cómo lo haces para darle la vuelta a la tortilla?

Es muy complicado. Siempre hay una luz en la que centrarse, ganas de salir, ganas de conseguirlo…cuando estás arriba sabes que va a venir un bajón tarde o temprano. Si lo tienes claro es más fácil poder afrontarlo.

El entorno ayuda.

El entorno es fundamental porque nadie consigue nada por sí solo. Siempre va a haber alguien que te ha animado, que te ha apoyado y que ha creído en ti para que tu creas en ti mismo. Hay que ser humilde.

¿Cuál es el secreto para mantener una actitud positiva los 365 días del año? ¿Se aprende a sacar el lado positivo de una situación como la que viviste?

Es complicado, pero cuando te dedicas a algo que te gusta tanto es fácil estar motivado. El lado positivo se saca cambiando el enfoque y el punto de vista, pero la motivación no viene por inspiración, hay que trabajarla.

Cuando vives una situación así me imagino que haces un parón en tu vida, miras hacia atrás y empiezas a valorar lo que has hecho y lo que quieres hacer. ¿El hecho de dibujar un nuevo futuro ayuda a esta motivación?

Ayuda mucho porque tienes la libertad de volver a empezar y crear una vida nueva. Yo estaba viviendo una vida que me gustaba pero que vivía por inercia. Con lo que me pasó tuve la oportunidad de empezar de 0 y ahora estoy muy contento, dedicándome a lo que más me gusta y haciendo lo que realmente quiero.

¿Cómo aprender a valorar lo que tenemos para ser más felices?

Pues conociendo a gente que ha pasado verdaderos dramas. Olvidar es humano, pero no está de más pararse, mirar y valorar lo que tenemos. Cuando tienes un accidente así y estás al otro lado es cuando te das cuenta de lo afortunada que es la gente que puede hacer lo que tú ya no puedes.

A menudo no somos conscientes de nuestro potencial hasta que nos sucede algo determinado que nos pone a prueba. ¿Cómo se aprende a creer en uno mismo cuando piensas que no eres capaz?

En mi caso ha sido cuando yo mismo he pensado que era posible. Conozco a mucha gente con un gran potencial que pueden llegar más lejos, pero se ponen límites y se cortan las alas.

¿Como superas ese dolor, esa parte de dificultad?

No es un paso fácil, a mí me costó mucho. Hubo muchas veces en las que toqué fondo y no veía la forma de levantarme porque el dolor estaba ahí las 24 horas del día. Es importante racionar los objetivos e ir poco a poco, porque la mente puede ser tu mejor aliada o tu peor enemigo.

¿Las empresas pueden ayudar a potenciar las capacidades y el talento de las personas en ese tipo de situaciones?

Totalmente. Pasas un tercio de tu día, 8 horas, trabajando en tu empresa. Si te sientes realizado y si tu empresa reconoce tus méritos, eso se reflejará en tu vida personal. Es lo que hacéis vosotros, cuidar el lado humano, al individuo, porque no somos máquinas, somos personas.

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