Las múltiples ventajas de dar las gracias
- mayo 23, 2019
Los países más felices del mundo lo son, entre otras cosas, porque sus habitantes son agradecidos. Agradecer a la vida lo que tenemos y a los demás lo que nos dan es un hábito que mejora la calidad de vida y del trabajo: algo muy sencillo que a menudo olvidamos en Occidente. ¿Por qué vale la pena dar las “gracias” a diario?
Como afirma en su blog de forma contundente Víctor Hugo Manzanilla, autor del bestseller Despierta tu Héroe Interior y Tu Momento es Ahora:
“Cuando eres una persona agradecida tu mente se enfoca en lo que tienes y no en lo que te falta. Ese simple hecho te hace una persona mucho más feliz”.
Además, agradecer mejora la propia vida y la de los demás. Les hace sentir bien tanto como a uno mismo, valorados y estimados, y potencia una actitud positiva. Beneficia a todos. La neurociencia está demostrando que favorece un estado mental positivo y feliz.
Esta es la clave por la que se está revalorizando este humilde gesto en la empresa: por su potente capacidad de mejorar el ambiente laboral, de mantener el talento y de luchar contra el estrés. Una actitud agradecida consigue además relaciones más fuertes con compañeros de trabajo, proveedores y clientes, y una mejor reputación personal.
Cómo dar las gracias
Pero no vale cualquier modo de dar las gracias. El agradecimiento ha de ser sincero. No se pueden dar las gracias de forma descuidada u obligada “porque toca”.
Expresar el agradecimiento es algo importante. Para que se despliegue todo su poder, dar las gracias debe ser algo que salga del sentir interior de una persona para compartirlo con la otra. Aunque una actitud personal de agradecimiento diario hacia la vida consigue muchas cosas positivas, cuando se da las gracias al otro, se multiplican sus virtudes. Es, además, una buena oportunidad de escuchar y compartir.
Algo tan sencillo requiere en realidad de una toma de conciencia hacia la propia vida y la de los demás. Para ello, es necesario abrir los ojos al hecho de cuántas de las cosas que nos rodean se deben a los demás, “son un regalo” de la vida y cómo se puede contribuir a regalar bienestar a los demás con un simple gracias.
Agradecer de verdad a alguien “por venir”, “por dedicar su tiempo”, “por escuchar”, “por confiar” o “por comprar” tiene un gran impacto en la otra persona y es una excelente forma de fidelizar. Aunque la relación que se haya tenido no haya acabado en acuerdo o en compra.
Cuando lo que se realiza es en grupo, unas palabras personalizadas con cada uno de los participantes valorando su participación son una poderosa forma de reconocimiento.
El agradecimiento en la empresa
¿Cómo fomentar el agradecimiento en la empresa sin caer en el paternalismo o imponer esta práctica a los empleados? Dar las gracias ha de ser un acto sincero y debe salir de uno mismo. Así que la mejor forma, sin duda, es “predicar con el ejemplo”. Formar a los directivos en un tipo de coaching que incluya el agradecimiento como forma de vida es una buena práctica.
De hecho, disciplinas como el mindfulness, el yoga, el reiki, etc., cultivan el agradecimiento como forma de conectar con el universo y con uno mismo. Levantarse por la mañana agradeciendo las experiencias que se van a vivir ese día atrae la abundancia, la conexión con los otros y la plenitud vital. Deepak Chopra, uno de los grandes líderes espirituales de la época, incluye la gratitud entre las virtudes que cultivar con la meditación e invita regularmente a su Reto de meditación de 21 días de Gratitud.
Puede ser, por tanto, una buena idea proponer a los trabajadores actividades y/o meditaciones de este tipo, que cultiven la paz y la gratitud y mejoren sus relaciones personales. ¡Totalmente recomendable para todo el mundo!
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