¿Se puede medir la felicidad?

¿Por qué le interesa a la empresa medir la felicidad? ¿Se puede medir realmente? Para los gobiernos es un indicador del progreso social, lo que les orienta a que las personas vivan mejor, y para las empresas supone una forma de cuidar a sus trabajadores y atraer talento. Pero ¿cuáles son aquellos indicadores que miden el bienestar más allá de los ingresos? La libertad, la confianza, la generosidad y el apoyo social podrían ser algunos de ellos.

Hasta ahora, la riqueza económica de un país era sinónimo de felicidad. Pero la sociedad actual piensa menos en el dinero y más en aportar valor a su vida y su trabajo. Por eso están surgiendo nuevos indicadores como el Índice de Desarrollo Humano o el Índice Mundial de la Felicidad.

Existen ya iniciativas como el movimiento “Más allá del PIB”, que reclama medidas más reales del bienestar de una población. De hecho, algunos países han realizado iniciativas para crear indicadores de calidad de vida como es el caso del aire.

Este interés por descubrir qué otorga bienestar a los ciudadanos más allá del dinero y de su día a día en el trabajo, explora aspectos como la salud física y mental, el aprendizaje continuo, la calidad medioambiental, la conectividad… Valores que ninguna empresa debe perder de vista si quiere atraer talento. Porque, así como se da una gran movilidad de trabajadores entre países por sus oportunidades y su buen nivel de vida, los empleados también valoran sentirse a gusto y esto se debe a múltiples factores.

Preguntar a los trabajadores por su felicidad

¿Sabías que los países más felices del mundo son Finlandia, Noruega, Dinamarca, Islandia y Suiza, según el informe anual de la ONU “World Happiness Report”? Llama la atención que en estos países se sienten felices tanto ciudadanos nativos como inmigrantes. ¿El motivo? La calidad de vida, algo fundamental en el bienestar. Así que ¿por qué no invertir en estudiar sobre cómo conseguirla y medirla en la empresa? Según el estudio Excelencia y valores, elaborado por Eurofirms e IESE Business School, 7 de cada 10 empleados no es feliz en su trabajo. Un dato que demuestra que queda mucho camino por recorrer. En este mismo estudio se destacan las claves de sostenibilidad social y empresarial, lo que sin duda ayudará a mejorar el bienestar de las personas en la empresa. ¿Y cuáles son las más destacables? Un salario justo, motivar y dar oportunidades para aprender, generar entornos de trabajo saludables y sin estrés, potenciar la identificación con la misión de la empresa y contribuir a la sociedad son las claves para alcanzar la excelencia.

Y es que, en realidad, no debería ser complicado. Seguro que, si preguntas en tu entorno laboral cómo ser más feliz, tendrías respuestas comunes. Autonomía, compañerismo, comodidad, flexibilidad, días de fiesta… Aunque también se habla del sentido de pertenencia, la visión de futuro y el apoyo como valores que consiguen trabajadores contentos.

Pero ¿cómo saber realmente aquello que hace felices a los trabajadores de tu empresa? No basta con imaginar o implantar valores universales. Se ha de preguntar y realizar encuestas para poder obtener datos relevantes y adaptar medidas efectivas.

Cyberclick, empresa especializada en la optimización de campañas de marketing online y publicidad digital, por ejemplo, mide diariamente la felicidad de los empleados, enviando un e-mail al final de la jornada con las siguientes tres preguntas y un espacio final para aportaciones:

• ¿En qué estado de ánimo has llegado hoy?
• ¿En qué estado de ánimo te vas hoy?
• Del 1 al 10, ¿cuánto te gusta lo que has hecho hoy?

Además, con el test de la felicidad mensual, mide cuestiones más a largo plazo como el salario, las condiciones y el ambiente laboral.

En el mercado existen herramientas y aplicaciones para medir la felicidad en la empresa como Celpax, Happydonia, Happyforce… Todos coinciden en que conectar con los trabajadores y conocerlos mejor, escuchar sus ideas y sugerencias, redunda en un aumento de su motivación y productividad. Y especialmente, evita perder trabajadores talentosos porque no se ha detectado a tiempo su insatisfacción. El contacto real con las personas del equipo también nos ayudará a tomar el pulso de una forma más humana y cercana.

Los trabajadores felices son por tanto beneficiosos para la empresa y para ellos mismos. El precio para conseguirlo probablemente pase por cambiar la mentalidad de sus directivos hacia un nuevo tipo de liderazgo. ¿Te atreverías a medir la felicidad en tu empresa y a aplicar nuevas medidas?

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